viernes, 25 de julio de 2008

MATERIAL LITURGICO DE APOYO: Festividad de Santiago Apóstol. 2008


MONICIÓN DE ENTRADA

Hermanos:
Celebramos este martes 25 de julio, la solemnidad del Apóstol Santiago, Patrono de nuestra ciudad y de la Arquidiócesis. Testigo del Señor Jesús, llegó hasta los últimos confines de la tierra para anunciar la noticia de la salvación. El fue el primer apóstol que selló con su sangre la palabra de la fe, durante la persecución de Herodes Agripa en Jerusalén.

Que nuestra fe sea firme, que nuestra esperanza viva, que nuestra caridad ardiente, para que como Santiago, seamos testigos de nuestro Señor Jesucristo.

Preparemos nuestros corazones, para celebrar la Eucaristía; invoquemos la misericordia del Señor.

ACTO PENITENCIAL

- Tú que haces de tus discípulos
la sal de la tierra y la luz del mundo. R/ ¡Señor ten piedad!

- Tú que, por medio de los apóstoles,
nos anuncia la gran noticia de la salvación, R/ ¡Cristo ten piedad!

- Tú que, resucitado de entre los muertos
eres vida para los que te siguen R/ ¡Cristo, ten piedad!


Dios nuestro Padre, tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.


ORACIÓN COLECTA

Dios y Padre nuestro,
que consagraste los primeros trabajos de los Apóstoles,
con la sangre de tu Apóstol Santiago,
haz que, por su martirio, tu Iglesia sea fortalecida,
y por su patrocinio,
tus fieles den siempre testimonio de tu Evangelio.
Por NSJC tu Hijo....







PRIMERA LECTURA
Guía: El Libro de los Hechos de los Apóstoles nos da la noticia escueta del martirio de Santiago el Mayor: Herodes lo mandó decapitar. El haberle infligido la misma suerte que a Juan el Bautista sugiere que Santiago fue desde el principio un profeta incomodo para el poder civil israelita. Su martirio es un estímulo para seguir audazmente en la denuncia profética.


Lectura de los Hechos de los Apóstoles 4,33;5,12.27-
33;12,1b

En aquellos días, los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y hacían muchos signos y prodigios en el pueblo. Los hicieron comparecer ante el Sanedrín, y el Sumo Sacerdote les dijo:
-“Nosotros les habíamos prohibido expresamente predicar en ese nombre, y ustedes han llenado Jerusalén con su doctrina. ¡Así quieren hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre!
Pedro, junto con los Apóstoles, respondió:
“Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, al que ustedes hicieron morir suspendiéndolo del patíbulo.
A El, Dios lo exaltó, a fin de conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de estas cosas, nosotros y el Espíritu Santo que Dios ha enviado a los que le obedecen”.
Al oír estas palabras, ellos se enfurecieron y querían matarlos. Y el rey Herodes mandó decapitar a Santiago, hermano de Juan.

Palabra de Dios.



SALMO 66


Guía: El salmo 66 llama sobre el pueblo de Israel y sobre todas las naciones las bendiciones divinas. En nuestros labios, en esta fiesta del Apóstol Santiago, este salmo se convierte en una oración universal y misionera, el canto de una “Iglesia para el mundo”, que Santiago contribuyó a edificar en nuestros países, beneficiando así de una evangelización apostólica.


A Dios den gracias los pueblos,
alaben los pueblos a Dios.


El Señor tenga piedad y nos bendiga,
Haga brillar su rostro sobre nosotros,
Para que en la tierra se reconozca su dominio,
Y su victoria entre las naciones.

Que todos los pueblos te den gracias.
Que canten de alegría las naciones,
Porque gobiernas a los pueblos con justicia
Y guías a las naciones de la tierra.

¡Que los pueblos te den gracias, Señor,
que todos los pueblos te den gracias!
Que Dios nos bendiga,
y lo teman todos los confines de la tierra.


Guía: El anuncio del evangelio se ha de hacer desde la propia fragilidad, no desde el orgullo y la seguridad. Pero sobre todo, únicamente se puede proclamar aquello que primeramente ha sido firmemente creído y asumido.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la segunda Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios. 4, 6-16

El mismo Dios que dijo: “Brille la luz en medio de las tinieblas” es el que hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el rostro de Jesucristo. Pero nosotros llevamos este tesoro en recipientes de barro, para que se vea bien que ese poder extraordinario no procede de nosotros, sino de Dios.

Estamos atribulados por todas partes, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aniquilados.

Siempre y en todas partes, llevamos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.

De esta manera, la muerte hace su obra en nosotros, y en ustedes, la vida. Pero teniendo ese mismo espíritu de fe, del que dice la Escritura: “Creí, y por eso hablé”, también nosotros creemos, y por lo tanto hablamos. Y nosotros sabemos que aquel que resucitó al Señor Jesús, nos resucitará a su lado junto con ustedes. Todo esto es por ustedes; para que al abundar la gracia, abunde también el número de los que participan en la acción de gracias para Gloria de Dios.

Palabra de Dios.




Guía: Cuando en la Iglesia hay rivalidades por obtener los primeros puestos, es que ha habido una deformación previa, o sea, se ha construido a la Iglesia según el modelo de la sociedad civil, donde fácilmente el poder se convierte en tiránico y opresor. Una Iglesia debe ser una comunidad en donde el primero sea el servidor de todos. Pero de verdad.


ALELUYA

Yo los elegí a ustedes y los destiné
para que vayan y den fruto, Jn 15,16
y ese fruto sea duradero. Aleluya.


EVANGELIO de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 20, 20-28


En aquel tiempo, la madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos y, y se postró ante él para pedirle algo.

“¿Que quieres?, le preguntó Jesús”. Ella le dijo:
Manda que mis dos hijos se sienten en tu reino, un a tu derecha y el otro a tu izquierda.
“¡No saben lo que piden!”, respondió Jesús. “¿Pueden beber el cáliz que Yo beberé? “¡Podemos!”, le contestaron.
“Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mi concederlo, sino que esto s puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre”.
Al oír esto, los otros diez se indignaron en contra de los dos hermanos.
Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga su esclavo.
Como el Hijo del Hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud.


Palabra de Dios.


ORACIÓN UNIVERSAL

I

Por la Iglesia, extendida del oriente al occidente
y cimentada sobre los Apóstoles,
y por nuestra Iglesia de Santiago:
-Que dé siempre ante el mundo un testimonio fiel
del amor universal del Señor. Roguemos al Señor.

Por nuestro Arzobispo y sus auxiliares,
sucesores de los Apóstoles.
-Que nunca les falte el cariño de sus fieles
y el acatamiento de sus orientaciones pastorales. Roguemos.

Por nuestros Consejos Pastorales, que sean testigos de la comunión y
participación, y que bajo el amparo de Santiago, nuestro protector, sean
audaces, creativos y misericordiosos en cada una de sus acciones. Roguemos al Señor.

Por los responsables del bien común de nuestros países,
y particularmente por las autoridades de nuestra capital.
-Que realicen su tarea con dedicación y espíritu de servicio
para el progreso y el bienestar de todos los ciudadanos. Roguemos al Señor.

Por los humildes y pobres de nuestra ciudad
que reciben mal trato y sufren de escasez.
-Que sean ayudados por el aprecio
y la caridad de los discípulos de Cristo. Roguemos al Señor.

Por los que sufren los embates del invierno y particularmente
por las familias probadas por los aluviones, las lluvias y las inundaciones.
-Que el Espíritu Santo despierte para ellos
una auténtica solidaridad cristiana. Roguemos al Señor.
Oremos hermanos, a Dios Padre misericordioso, que ha querido que fuésemos edificados en la solidez de la fe de los apóstoles, y pidámosle por el bien de todos. Roguemos al Señor.

Por nosotros, reunidos hoy en la solemnidad del Patrono de nuestra ciudad.
-Que su ejemplo y su intercesión nos hagan vivir más profundamente
nuestra fe y nuestra esperanza cristiana,
y podamos así dar testimonio fiel del Evangelio. Roguemos al Señor.


Escucha, Señor, la oración de tu Iglesia que peregrina en esta arquidiócesis y que reconoce al apóstol Santiago como su patrono e intercesor. Por Jesucristo nuestro Señor.



II

Oremos, hermanos, a Dios Padre misericordioso, que ha querido que fuésemos edificados en la solidez de la fe de los apóstoles, y pidámosle por el bien de todos:


Para que la Iglesia guarde sin alterar en todo el mundo la enseñanza que recibió en sus orígenes por medio de la predicación apostólica y la transmita con fidelidad de generación en generación. Roguemos al Señor.


Para que no cesen de nacer en todo el mundo Iglesias, que, como retoño legítimo de las primeras comunidades fundadas por los apóstoles, se alimenten de la Palabra que ellos anunciaron y arraigó también en nuestra nación. Roguemos al Señor.

Para que quienes, como Santiago, el primero de los apóstoles que derramó la sangre por el nombre de Cristo, sufren persecuciones, sean semilla de una nueva primavera cristiana en nuestra ciudad que lo venera como patrono. Roguemos al Señor.

Para que el Señor, que en Santiago apóstol nos ha dado un protector, le conceda a nuestra ciudad y a esta Iglesia crecer en amor al santo Evangelio y ser testimonio de la paz y la reconciliación. Roguemos al Señor.

Escucha, Señor, la oración de tu Iglesia que peregrina en esta arquidiócesis y que reconoce al apóstol Santiago como su patrono e intercesor. Por Jesucristo Nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Purifícanos, Padre, por la Pasión salvadora de tu Hijo,
para que en esta fiesta del apóstol Santiago,
el primer Apóstol que participo de cáliz de Cristo,
podamos ofrecerte un sacrificio agradable a tu divina majestad.
Por Jesucristo Nuestro Señor.


PREFACIO

En verdad es justo y necesario,
Es nuestro deber y salvación, darte gracias,
Siempre y en todo lugar
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Porque Santiago, testigo predilecto,
anunció el Reino que viene por la muerte y la
resurrección de tu Hijo,
y el primero entre los Apóstoles
que bebió el cáliz del Señor.
Por él y sus sucesores, el evangelio llegó a nuestro continente,
y la fe se dilató por toda la tierra,
mientras tu Apóstol alienta a los que peregrinan,
para que lleguen finalmente a ti,
por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, Padre, con todos tus ángeles
te alabamos ahora y por siempre,
cantando (diciendo) con humilde fe: SANTO





Oración después de la comunión

Al darte gracias, Señor, por tu Palabra y tu Cuerpo
que hemos recibido en esta solemnidad de Santiago Apóstol,
patrono de nuestra ciudad,
te pedimos que sigas protegiéndonos siempre
con su poderosa intercesión.
Por Jesucristo Nuestro Señor.



BENDICIÓN SOLEMNE

V/ El Señor esté con ustedes.
R/ Y con tu Espíritu.

El Dios que los estableció sobre el fundamento
de los apóstoles, los bendiga por la intercesión
del glorioso apóstol Santiago.
R/ Amén.

El Señor que quiso instruirlos con la
doctrina y los ejemplos del apóstol Santiago
los ayude a ser ante todos los hombres,
testigos de la verdad.
R/ Amén.

Que también puedan alcanzar la herencia eterna
gracias a la intercesión del apóstol Santiago
que los instruyó en la sólida doctrina de la fe.
R/ Amén.

Y la bendición del Dios todopoderoso
Padre + Hijo y Espíritu Santo
Descienda sobre ustedes
Y permanezca para siempre.



ORACIÓN DEL APÓSTOL SANTIAGO










ORACIÓN AL APÓSTOL SANTIAGO
PATRONO DE LA ARQUIDIÓCESIS
DE LA CIUDAD DE SANTIAGO DE CHILE

Señor, Jesús
que llamaste al Apóstol Santiago
de humilde pescador
a ser uno de los Doce
y le diste la fuerza de tu gracia
para predicar el Evangelio,
aún al precio de su propia vida,
te pedimos
que sepamos imitar su ejemplo
y descubramos tu llamado
a servir a nuestros hermanos
como una Iglesia más misionera
que acoge, vivifica y gesta la cultura
de nuestra ciudad.
A ti, que vives y reinas,
Por los siglos de los siglos.


Amén

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