sábado, 25 de octubre de 2008

TEMA DE TRABAJO FORMATIVO: ¿Cómo Abordar el Tema del Abuso Sexual Desde La Perspectiva Biblíca?.


Me he quedado realmente impresionado cuando escuche en las noticias de la radio Vida FM de la comuna de Putaendo Quinta Región Interior Cordillera de Chile, la noticia que narraba un acontecimiento protagonizado por un hombre de 40 años en un bus recorrido de San Felipe Putaendo, en donde esté habría punzado con un arma blanca a una adolescente de 15 años, para obligarla a presenciar actos deshonestos (masturbación), en vista y presencia de otros escolares, que asombrados con lo explícito del hecho, enmudecieron y asustados callaron. Afortunadamente la adolescente junto a su madre denunciaron el hecho a carabineros, quienes detuvieron al hombre y ahora todo esta en proceso de formalización en fiscalía.

Frente a esto les comparto un material pastoral que puede ayudar a ustedes como agentes pastorales a hablar y socializar estas temáticas e iluminar a la luz de la Palabra de Dios.


El Problema del Abuso Sexual(a.s.) -

Según algunas estimaciones cada dos minutos un niño es maltratado sexualmente. Alrededor de una de 3 mujeres adultas y uno en 7 hombres adultos han sido maltratados sexualmente antes de los 18 años. Se define como ABUSO SEXUAL como "cualquier forma de contacto o conversación sexual en que un niño es explotado sexualmente con el propósito de brindar una satisfacción sexual al explotador". Es un término que abarca una amplia gama de acciones y actividades, desde el "exhibirse" hasta el coito, como por ejemplo:
" Un adulto mostrándole sus partes íntimas a un niño " Un adulto pidiéndole a un niño que se desvista para mirarlo o acariciarlo sexualmente " Un adulto tocándole las partes íntimas a un niño " Un adulto haciendo que el niño le toque sus partes íntimas " Contacto oral-genital " Masturbación forzada " Penetración del ano o la vagina con otros objetos " Penetración anal " Coito " Uso del niño para la producción de materiales pornográficos
No siempre el a.s. involucra el daño físico, dice Emily Page, consejera especializada en salud mental: "por ejemplo, si un padre... se desviste y masturba delante de su hija, está generando una fuerte presión síquica y emocional en la niña"
El maltrato sexual en los niños puede ser "el crimen que más se oculta", como lo ilustra el siguiente testimonio:
"Jill, la hija de mi hermana, tiene 14 años. Su padrastro la ha estado hostigando sexualmente y entrando de noche en su habitación durante los últimos 6 meses. Se que dice la verdad, porque el me hacía lo mismo a mi cuando vivía con ellos. Jill ya no aguanta más y se lo contó a sus maestra. La maestra se lo contó a la sicóloga escolar quien dijo que o la niña mentía y estaba muy enferma, o la familia estaba en un gran problema. El padrastro podía ir a la cárcel.
Al ser confrontado, el padrastro dijo que Jill había mentido. La mamá de Jill creyó a su marido. Retorciéndole las manos le rogó a su hija que "confesara". Si no lo hacía, ¿quién las mantendría a ellas y a sus herma-nos menores? Jill trató de mantenerse firme, pero con la persistente pre-sión y el creciente sentimiento de culpabilidad ante la posibilidad de pri-var a su familia de sus sustento, por fin "confesó" que había mentido. Se le negó su permiso de venir a vivir conmigo y la pusieron bajo cuidado psiquiátrico.
Experiencias como esas pueden ser extremadamente perjudiciales para el niño o joven, y pueden acarrear efectos graves y permanentes.

II- Los Efectos del Abuso Sexual -
" Consecuencias físicas: Los casos de fisuras, lesiones del recto, falta de control del esfínter, vaginas laceradas, paredes anales y vaginales perforadas, muerte por asfixia, ahogos crónicos por gonorrea en las amígdalas casi siempre se relacionan con contactos sexuales de adultos con niños. De 20 casos de infección de gonorrea genital en niños de 1 a 4 años, 19 tenían antecedentes de relaciones sexuales adulto-niño.
" Embarazo: Este es un efecto indeseado, muy traumático y que ocurren como consecuencia de muchas de las violaciones de menores.
" Sentimiento de culpabilidad: Las víctimas del abuso sexual tienden a tener un sentimiento de culpabilidad paralizante. "Si las personas en quienes confiamos y a quienes necesitamos nos maltratan de una forma que resulta una invasión a nuestra persona y una profunda traición a nuestro cuerpo, o es culpa de ellas y moriremos -porquE dependemos de ellas para subsistir- o es culpa nuestra" nos dice Judith Wiler, terapeuta clínica. "Por eso, la mayoría nos adjudicamos la culpa"
Una joven cuyo maltrato por parte de sus parientes comenzó a la edad de 7 años, comentó: "Me siento mal conmigo misma por haber dejado que pasara y continuara durante tantos años"
" Vergüenza: esta es la rima del sentimiento de culpa, pero mientras la culpabilidad se enfoca en las acciones de la persona, la vergüenza se centra en el YO de la persona. Puesto que el a.s. es una invasión de la persona del individuo, va acompañado de un sentido abrumador de vergüenza.
Las víctimas a menudo describen su vergüenza con palabras como: "sucia", "inmunda", "repugnante", y "mala". "Fui maltratada y violada siendo una niña de 11 años", dijo una víctima, "toda la vida me he sentido sucia, una basura, que no valgo nada.
Tales sentimientos son trágicamente comunes entre las víctimas del abuso sexual.
" Sentimientos de impotencia: Pocas circunstancias hay en que el niño o el adolescente se sienta más impotente que en los casos de a.s. cuando han guardado un secreto sintiéndose culpables y a menudo se han encontrado comprometidos en una especie de conspiración -engatu-sado, amenazado y aún sobornado para que guarde silencio- con un familiar o amigo considerado como digno de confianza. Estos sentimien-tos de impotencia se intensifican en los que han tratado de contárselo a un adulto quien no le hizo caso o no le creyó.
" Concepto Bajo de Si mismo: Mucho después de haberse cortado el abuso, las personas siguen sufriendo de un concepto bajo de si mismo,
"una triste y muchas veces paralizante pérdida del sentido del valor propio". Sus sentimientos de culpa, vergüenza e impotencia se combinan para producir un concepto bajo de si mismo, a menudo tan se-vero que puede catalogarse de autodesprecio y odio.
Dichas personas muchas veces llegan a la adultez convencidas de que son malqueridas, antipáticas, que no son dignas de ser amadas. Les re-sulta difícil o imposible creer que Dios les pueda amar, que su cónyuge pueda amarlas, aún que sus propios hijos puedan amarlas. Su concepto bajo de sí a menudo produce otros trastornos e incapacidades.
" Trato Discriminatorio: Algunas investigaciones reportan que las víctimas del a.s. en la niñez tienen el doble de las probabilidades que las demás de sufrir una violación o un intento de violación más adelante en la vida, un fenómeno que la socióloga Diana Russell llama "trato discrimi-natorio".
"Si una niña es maltratada", dice otra terapeuta, "puede quedarse atas-cada en esa edad en lo que a su desarrollo se refiere, por lo que: si fue maltratada a los 4 años, no se puede proteger mejor a los 14, 24 o 34 que lo que pudo a los 4. No aprendió como"
" Otros efectos: Pocos tipos de traumas pueden producir tantos y tan graves efectos como los producidos por el a.s., algunos van acompañados de otras formas de abuso, como:
" Agresividad " Desconfianza en los demás " Deficiencia en sus habilidades sociales " Retraimiento emocional " Escaparse de la casa " Conductas criminales, como la prostitución " Ira " Tendencias suicidas
III- La Perspectiva Bíblica del Abuso Sexual-
Está de más decir que Dios detesta el a.s. El creó el sexo para que fuera un acto de amor mutuo entre esposo y esposa(G.1.24 y He.13.4). cualquier uso del sexo fuera de ese entorno es una transgresión contra su voluntad y designios.
Y cuanto más lo es la explotación y el hacer víctimas a niños y jovencitos para la satisfacción de un adulto. El abuso sexual distorsiona el concepto que el niño tiene del sexo y su propósito sano de los designios de Dios.
El abuso sexual interrumpe el delicado proceso de maduración emocio-nal, social y sexual del niño. El abuso sexual "crea confusión en la mente joven en la progresión de aceptar un amor humano sano a conocer al amor de Dios".
Más importante, quizá, es el hecho que el a.s. es una transgresión contra la imagen de Dios y el "templo de Dios"
El niño maltratado puede encontrar sanidad, y el perpetrador puede obtener perdón, pero ninguna de las dos cosas puede suceder sin reconocer las normas y los mandatos de Dios.
IV- La Respuesta al Problema del Abuso Sexual-
Quienquiera que haya sido maltratado sexualmente enfrentará dificulta-des enormes al tratar de sobrellevar el trauma y, aún más, al buscar sa-nidad. El líder que tiene que aconsejar a una víctima del a.s. tiene que enfrentar el desafío con oración y prudencia. Entonces debemos:
1ro.- Escuchar: sea lento para hablar y rápido para escuchar. Deje que el juvenil hable libremente sobre sus problemas, sentimientos, pensa-mientos y dolores. Deje que vaya exponiendo su historia a su propio paso, sin que usted le insista, sin que usted le insista. Al principio del proceso de intervención, no trate de dirigir o instruir al joven; en cambio, concéntrese en escuchar y empatizar. Trate de limitar lo que dice, por lo menos al principio , principalmente a algunas preguntas como: "¿te parece que puedes hablar de esto?" "¿me puedes decir cómo empezó?" "Y después, ¿qué pasó?" "¿cómo te hace sentir?" "¿estás enojado?" "¿tienes miedo?"
2do.- Empatizar: a cada paso preste atención a los efectos del abuso (como sentimiento de culpabilidad, vergüenza, etc.) que el juvenil pueda estar sufriendo. Lo último que una persona que sufre necesita es recri-minación; lo que necesita es alguien que llore con el, alguien que lo quie-ra y que se duela con él. Recuerde que el sermonear no mitiga el dolor, el consolar sí(2 Cor. 1:1-7). Sea especialmente sensible a las maneras a las maneras en que puede proyectar su empatía y comprensión, tales como:
" Quitar lo que obstaculiza la conversación(salir de detrás del escritorio, por ejemplo " Inclinarse hacia delante en su silla " Hacer contacto visual " Asentir con la cabeza diciendo "si", "sigue", etc. " Hacerse eco de lo que el joven dice("así que sentiste..." o "Y eso te hizo enojar", etc) " Esperando con paciencia en los momentos de silencio, enojo o lágrimas.
3ro.- Alentar: La víctima del abuso necesita un aliento frecuente y sin-cero. Las afirmaciones como: "Es natural que te sientas así" y "Me alegro que me hayas dicho eso" pueden alentar al juvenil y favorecer su recu-peración. Aproveche toda oportunidad posible para expresar su sincero cariño, estima y aprecio por el juvenil, como una persona de un gran va-lor. Comente con frecuencia sus puntos fuertes, concentrándose en sus cualidades internas en lugar ce las externas; confírmelo más que por su aspecto personal o conducta.
4to.- Dirigir: Según una psicoterapeuta dice: "Revelar un trauma ma-yor... es sólo el principio... las personas a veces encuentran tanto alivio en la revelación inicial que abandonan prematuramente su tratamiento". Confiarle su experiencia a un consejero de confianza es un paso enorme, pero no es el paso final. Aunque la intervención profesional es importan-te y urgente en los casos de maltrato, el maestro, consejero, padre, pas-tor interesado en ayudar puede hacerlo de las siguientes maneras antes y durante la intervención profesional:
" Guíe al juvenil a admitir que ha sido maltratado, y ayúdele a identificar los efectos que el abuso está teniendo sobre su vida. Anímele a hablar o escribir sobre cada experiencia de maltrato aún repetidamente hasta que el abuso sea admitido y sus efectos reconocidos
" Si el abuso no se ha cortado, ayúdele a tomar los pasos para cortarlo inmediatamente... consultando a un consejero profesional cristiano y ver si hay necesidad de informar a autoridades judiciales competentes.
" Ayude al joven a adjudicar la responsabilidad del abuso al perpetra-dor... y a cualquier otro factor que haya contribuido a la situación, NO a si mismo. Con suavidad pero constantemente desafíe cualquier esfuerzo por culparse a sí mismo o a sus acciones, y ayude a la víctima a identifi-car exactamente a las personas responsables y a otros factores que hayan contribuido al abuso.
" Inste al juvenil a acercarse a Dios como la fuente de curación y sani-dad. Ayúdele a admitir que Dios no causó el abuso pero que él es la so-lución del trauma causado por el abuso.(Vea Salmo 18.2-6;25-30)
" Guíe y acompañe al juvenil a través de las etapas del sufrimiento y de otras emociones y reacciones. La pérdida(de su inocencia, integridad, etc.) sufrida como resultado del abuso necesita ser sentida; el adulto interesado puede ayudar al muchacho en el paso por las etapas del dolor (negación, ira, negociación, depresión y aceptación) a confrontar, expre-sar y resolver los sentimientos, y por medio de al joven comprendiéndo-lo y confortándolo.
" Fomente un compañerismo de oración. Anime al juvenil a desarrollar y mantener una comunión diaria con Dios a fin de depender de su fuerza, aprender de su Palabra y combatir los sentimientos y pensamientos destructivos con la mente de Cristo(vea Filipenses 4.4-9)
" Exponga al joven a los recursos disponibles para superar su trauma. Ayúdele a reconocer(preferiblemente por nombre) a las personas que están o estarían dispuestas a ayudarle: un progenitor comprensivo, un buen amigo, organizaciones, amigos por correspondencia, etc.
" Anime al adolescente a aceptar el hecho de que curarse llevará tiempo. Déle esperanza. Aunque el proceso de superación puede ser doloroso y requerir bastante tiempo, la víctima ha sobrevivido al abuso en sí; puede también superar el trauma, con la ayuda de Dios.
Otros pasajes bíblicos para leer:
¢ Salmos 34.18; 86.15-17; 103.11-18; 107.20; 119.50; 139.1-24 ¢ Isaías 53.4-6 ¢ Mateo 5.1-12 ¢ Juan 14.27 ¢ 1 Juan 1.9
Tomado desde la Web:
http://www.laredjuvenil.com/articulo/2/4

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